En mi artículo Los Cuatro Cerditos, en este mismo blog, sugería apropiarnos de las siglas PIGS, utilizadas para referirse a las cuatro economías del sur de Europa. Aunque es un calificativo despectivo, yo defendía hackear el término para dotarle de un nuevo y positivo significado. Mencioné a Cristobal Colón como el ciudadano PIGS por excelencia, ya que había nacido en Italia, se había formado en Grecia y Portugal, y luego fue España la que financió sus viajes de exploración hacia el continente americano. En este artículo hablo un poco más del espíritu aventurero y emprendedor de Cristóbal Colón y extraigo 4 importantes lecciones de su vida.
…………………………………….
La figura de Cristóbal Colón es, en el mejor de los casos, ambigua. Se ha dicho de él que era catalán –y se llamaba Joan Colom, también que era gallego, portugués, mallorquín e ibicenco. Hay quien asegura que pudo ser griego, corso, noruego y hasta croata. Sin embargo, la tesis más aceptada y al parecer sobradamente demostrada, es que era genovés. Lo que sí es indudable es que su cultura era internacional. A los 23 años, edad a la que muchos jóvenes todavía están emborrachándose los fines de semana, viajó por las islas griegas como marino y probablemente también como comerciante. A los 26 años ya había naufragado en un par de ocasiones, consecuencia de combates navales. Había vivido en Portugal y ya había realizado viajes a Inglaterra, Irlanda e incluso Islandia. También había navegado las rutas de las costas occidentales de África y seguramente estuvo en Canarias. En 1485, a la edad de 34 años, viaja a Castilla en busca de patrocinio. Cristóbal Colón, ciudadano PIGS por excelencia, poseía un espíritu que parece que han perdido las jóvenes generaciones en España: el espíritu aventurero y la ambición.
Aunque no son sólo los jóvenes. España es uno los países de Europa menos viajeros. Cinco millones de españoles, un 10% de la población, no ha viajado nunca fuera de su provincia. Un 15% no ha salido nunca de su comunidad autónoma. ¡El 48% no ha viajado nunca fuera de España!
En un mundo tan globalizado es cada vez más importante -y para la gente joven particularmente- viajar. Cuando digo viajar me refiero a vivir en el extranjero, no a viajar de turismo. Salir de la zona de confort es fundamental para consolidar la confianza en sí mismo. No se puede tener una visión verdaderamente abierta y global o una sensibilidad hacia otras cuturas si lo único que se conoce es esa zona de confort donde todo es familiar y no se ha tenido esa experiencia de vida. Viajar siempre ha abierto horizontes y mentes, pero hoy es especialmente importante.
Éxodos
Esto va por generaciones, por supuesto. En el siglo XIX, empezando más o menos en 1846, los españoles solían emigrar a América. Argentina, México, Brazil y Cuba fueron los destinos más comunes, países recién independizados en los cuales abundaban las oportunidades de negocio. Hubo también emigración, aunque menor, a Marruecos, Argelia, Guinea Ecuatorial y el Sáhara. Durante el franquismo millones de españoles emigraron hacia el resto de Europa y América. Después, en los años 60, hay otra ola de emigración masiva de españoles, 1,9 millones aproximadamente, huyendo de una España empobrecida, hacia Francia, Alemania, Reino Unido, Suiza y otros países de Europa. Ahora le ha llegado el turno a esta generación. Pero aunque en un primer momento se tiene la tendencia de considerar esta emigración como algo terrible, objetivamente no lo es tanto.
En realidad las migraciones son procesos normales, o por lo menos habituales, que se han sucedido cientos de veces a lo largo de la historia. Los españoles se han acostumbrado a escuchar durante años que los inmigrantes, que trabajaban en la construcción, en el campo o como servicio doméstico, enviaban remesas a sus familias en el extranjero. Ahora el proceso se invierte. Muchos de esos inmigrantes empiezan a volver a sus países, y son los españoles los que ahora comienzan a enviar remesas a España desde el extranjero. Es un cambio dramático y obviamente traumático a nivel psicológico para toda una generación de españoles que crecieron en una burbuja. Cada año la cantidad de las remesas desde el extranjero ha ido aumentando, en el año 2006 fueron 4.827 millones de euros y en el año 2011 fueron 5.702 (Este artículo lo escribí originalmente en el 2012).
La experiencia de vivir y trabajar en el extranjero tiene numerosos beneficios. Aparte de adquirir conocimientos específicos, dependiendo del destino también se aprende algún idioma nuevo, lo que siempre ha sido muy útil. El hecho de tener que integrarse en una nueva sociedad es un proceso increíblemente enriquecedor. Se aprende una nueva ética de trabajo, formas diferentes de ver la vida y en muchos casos se aprende algo que no enseñan ni en las escuelas ni en las universidades y ni siquiera en los másters. Se aprende a ser emprendedor, o por lo menos a tener una visión emprendedora y resolutiva de la vida.
4 lecciones de Cristóbal Colón
Pero volvamos a Cristóbal Colón. El espíritu emprendedor y espíritu aventurero vienen a ser lo mismo realmente. Voy a proponer cuatro lecciones a partir de la vida de Cristóbal Colón. Es una estrategia en cuatro pasos para momentos como el que vivimos. He nombrado los pasos inspirándome en las diferentes entregas de la saga Jason Bourne:
1.PIGS Identity
No hay mejor manera de encontrar nuestra propia identidad que salir al extranjero, no hay nada como ver las cosas con distancia. Hay que tener curiosidad y salir, como Cristóbal Colón. Pío Baroja, otro ciudadano de mundo, dijo “el nacionalismo se cura viajando”. Pío Baroja vivió en Tánger, residió varias veces en París, también en Londres, y recorrió Italia, Bélgica, Suiza, Alemania, Noruega, Holanda y Dinamarca. Viajar relativiza todo.
El sentido de pertenencia a un estado o nación es un hábito adquirido, no es algo genético. Es resultado de haber estado expuesto a símbolos, idioma, historia, comida, televisión y cultura general de un lugar durante mucho tiempo. Viajar debería ser obligado para todos los ciudadanos de la zona PIGS, porque viajar enriquece. Un ciudadano PIGS, heredero de los 4 grandes imperios, debería sentir esa llamada a la conquista del mundo, como Cristóbal Colón. Es imperativo, es una necesidad.
2.PIGS Supremacy
Una vez en el extranjero, el objetivo es obviamente aprender, aprender y aprender. Colón aprendió las lenguas clásicas para poder leer los tratados geográficos antiguos, como los de Posidonio; conoció a los grandes geógrafos de la época, como el florentino Toscanelli; estudió importantes documentos de su suegro, que fue colonizador de Madeira; en Islandia escuchó leyendas de un camino hacia Terranova viajando hacia el oeste; conocería, a partir de sus viajes por África, la “Volta da Mina”, ruta seguida por los marineros portugueses al regresar a su país desde el golfo de Guinea, que consistía en hacer un enorme arco hacia el sur, el oeste y luego hacia el norte, por mitad del Atlántico; también conocería, por tanto, los vientos alisios. Adquirió un altísimo nivel de conocimientos geográficos y un alto grado de especialización técnica.
3.PIGS Ultimatum
Aparte de su preparación en el extranjero, Cristóbal Colón realizó su benchmarking, vendió convincentemente su business plan y después de negociar férreamente sus condiciones con sus benefactores, se lanzó a lo desconocido, su verdadera meta. Una vez que uno se fija un objetivo, entonces hay que hacer oídos sordos a los temores, las dudas y las objeciones mejor fundadas y lanzarse a la aventura, escuchando sólo nuestra voz interior, con los ojos fijados firmemente en el horizonte.
¿Y qué hacer al llegar? Pues lo que hace un conquistador, conquistar. Porque llegar es sólo el comienzo.
4.PIGS Legacy
Por último, una vez que hemos llegado, invadido, explorado y conquistado esos nuevos territorios –metafóricamente, se entiende- ¿Qué quedaría por hacer? Pues obviamente queda un último paso. Una vez que hayamos conquistado hay que traer toda la riqueza que hemos encontrado de vuelta a casa.
Send this to a friend